Este fin de semana decidimos escaparnos a Cazorla, un pueblo que llevaba tiempo en nuestra lista de destinos pendientes. Situado en plena Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, este rincón andaluz es mucho más que un bonito casco histórico; es la puerta de entrada a uno de los parques naturales más impresionantes de España.
Desde el momento en que llegamos, nos envolvió su mezcla perfecta de naturaleza, historia y una atmósfera vibrante que invita a perderse entre sus calles y paisajes.
Un Paseo por el Casco Antiguo
Nuestra primera parada fue el casco antiguo, un laberinto de calles estrechas y casas encaladas que suben y bajan por la ladera de la montaña. Todo el pueblo está dominado por la imponente silueta del Castillo de la Yedra, que parece sacado de un cuento medieval. Decidimos subir hasta él y descubrir su museo, que guarda una colección fascinante sobre la historia de la zona.
Desde lo alto, las vistas eran espectaculares: un mar de olivos y montañas que se extiende hasta donde alcanza la vista. Respirar aire puro y sentir la tranquilidad del entorno nos hizo desconectar por completo.
Muy cerca del castillo encontramos las Ruinas de Santa María, una iglesia renacentista inacabada que tiene una historia muy particular: está construida sobre el río Cerezuelo, que pasa justo por debajo. Nos sorprendió descubrir que aún se pueden hacer visitas guiadas por el túnel subterráneo del río, una experiencia única que no podíamos perdernos.
Aventura en la Naturaleza
Pero Cazorla no es solo historia; es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Así que, tras un buen desayuno, nos calzamos las botas de senderismo y nos dirigimos a la famosa Ruta del Río Borosa, una de las más espectaculares del Parque Natural.
El sendero nos llevó a través de pasarelas de madera colgadas sobre el río, con cascadas, piscinas naturales y un entorno que parecía sacado de una película. La recompensa final fueron las Lagunas de Aguas Negras y Valdeazores, donde el agua cristalina y la tranquilidad del lugar nos dejaron sin palabras.
Para quienes buscan algo más relajado, el Naciemiento del Guadalquivir, a pocos kilómetros del pueblo, es una excursión fácil y perfecta para conectar con la naturaleza.
Sabores de la Sierra
Después de tanta actividad, llegó el momento de reponer fuerzas. Nos dejamos llevar por el aroma de la gastronomía local y nos sentamos en una taberna típica. Probamos el rin-ran, una especie de puré de patata y pimientos con bacalao, acompañado de unas aceitunas de la zona. También nos recomendaron el ciervo en salsa y la trucha serrana, dos platos que reflejan la esencia de la sierra.
Por supuesto, no podíamos irnos sin llevarnos un buen aceite de oliva virgen extra, el oro líquido de Jaén.
Un Destino para Volver
Cazorla nos conquistó con su combinación de aventura, historia y autenticidad. Es el destino ideal para una escapada en cualquier época del año, ya sea para recorrer sus senderos, sumergirse en su pasado o simplemente relajarse con vistas a la sierra.
Si aún no conoces este rincón andaluz, ponlo en tu lista. Te aseguramos que la experiencia vale la pena.
Para más información sobre actividades y visitas, puedes consultar la página oficial del Ayuntamiento de Cazorla: www.cazorla.es. 🚗🌿✨