Situado en el corazón de la Sierra Norte de Guadalajara, el pequeño pueblo de Umbralejo es un tesoro escondido que muchos desconocen. Con apenas 25 habitantes, este lugar esconde una gran riqueza histórica y cultural que merece ser descubierta.
Fundado en el siglo XIII, Umbralejo ha sido testigo de importantes acontecimientos a lo largo de su historia. Durante la Edad Media, fue una importante plaza fuerte en la defensa contra los musulmanes. Más tarde, en el siglo XIX, el pueblo sufrió la devastadora Guerra de la Independencia y posteriormente, la emigración a las ciudades dejó a la aldea prácticamente deshabitada.
Hoy en día, Umbralejo es un lugar tranquilo y pintoresco que ha sabido conservar su patrimonio arquitectónico. Paseando por sus calles empedradas, podemos ver casas de piedra, algunas con escudos nobiliarios y blasones, y una iglesia románica del siglo XII, dedicada a la Virgen de la Asunción.
Pero la verdadera joya de Umbralejo es su entorno natural. Rodeado de montañas y bosques de roble, el pueblo es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo. La Ruta de las Caras, un impresionante conjunto de esculturas de piedra talladas en las rocas, se encuentra a pocos kilómetros de distancia y es una parada obligada para los visitantes.
Además, en los últimos años, Umbralejo se ha convertido en un destino turístico emergente gracias a su participación en el proyecto europeo Leader, que ha permitido la rehabilitación y puesta en valor del patrimonio cultural y natural de la zona.
En definitiva, Umbralejo es un lugar especial que merece la pena conocer. Su historia, su patrimonio arquitectónico y su entorno natural hacen de este pequeño pueblo un destino único en la Sierra Norte de Guadalajara. ¿Te animas a descubrirlo?